¿Tienes una lámpara que parpadea, se apaga sola o sólo funciona si la mueves un poco? Es un problema muy común en muchos hogares, y la mayorÃa de la gente opta por comprar una nueva o llamar a un electricista. Pero lo cierto es que, con muy poco dinero y algo de maña, puedes repararla tú mismo en menos de diez minutos.
¿Qué necesitas?
- Un destornillador (plano o de estrella, según el tipo de casquillo).
- Un trozo pequeño de papel de lija o lija fina.
- (Opcional) Un lápiz de electricista o tester para comprobar corriente.
- Un poco de paciencia y ganas de ahorrar.
Paso a paso para arreglarla
1. Seguridad ante todo: desenchufa la lámpara.
Parece obvio, pero nunca empieces a manipular un aparato eléctrico mientras esté conectado. Asegúrate de que no haya corriente.
2. Accede al casquillo.
Normalmente se puede desenroscar fácilmente. En otros casos, necesitarás quitar uno o dos tornillos. Hazlo con cuidado para no dañar la carcasa.
3. Revisa los cables.
Muchas veces el problema está en un cable que se ha soltado o ha perdido contacto. Si ves alguno suelto o flojo, vuelve a colocarlo en su sitio y apriétalo bien.
4. Limpia los contactos.
Con el papel de lija, frota suavemente las zonas metálicas del casquillo, especialmente donde hace contacto con la bombilla. A veces, la suciedad, el polvo o un poco de óxido pueden impedir una buena conexión.
5. Vuelve a montar todo.
Coloca los cables en su lugar, cierra el casquillo y asegúrate de que todo esté bien ajustado.
6. Prueba la lámpara.
Conecta la lámpara y enciéndela. Si has seguido los pasos correctamente, lo más probable es que funcione como nueva.
¿Y si no era eso?
Si el problema persiste, puede ser que el cable esté demasiado deteriorado o que el interruptor esté dañado. Pero cambiar cualquiera de esos elementos también es sencillo y económico. Un cable nuevo cuesta menos de 2 € y puedes encontrar interruptores por precios similares en cualquier ferreterÃa o bazar.
Conclusión
No hace falta gastar mucho para solucionar pequeños problemas domésticos. Con materiales que seguramente ya tienes por casa, puedes devolverle la vida a esa lámpara que dabas por perdida. Además, aprender a hacer estas reparaciones te da independencia, confianza… y te ahorra dinero.